Lo primero que podemos discutir en este tema de mucha actualidad, es entender que lo contrario al estrés se llama felicidad, la cual, si existe y se mide bajo diferentes parámetros, tanto en el nivel personal, en el profesional, en el organizacional y hasta en los países del mundo, como sociedad.

La felicidad desde el punto de vista científico se llama “Bienestar Subjetivo Percibido”, y lo podremos encontrar bajo las siglas BSP. Este “Bienestar Subjetivo Percibido” no significa que estemos hablando de lo que conocemos como nivel de vida, lo cual lo entendemos por lo que se tiene, las cosas materiales, los logros económicos, etc. Es como si tuviéramos un millón de dólares en la mano, repito, es lo que se tiene, es con lo que se cuenta en posesiones materiales.

A diferencia de lo anterior, la calidad de vida específicamente es si se disfruta lo que se tiene, si te sientes pleno o satisfecho con tu actualidad, no necesariamente económica ni posesiones. Calidad de vida es que tan contento estás con tu realidad vivencial. Construir y convertir nuestra realidad a través del esfuerzo personal.

Para entender estas dos posiciones, lo primero que haremos es discutir el concepto psicológico conocido como expectativa. La expectativa es esperar algo de alguien o de alguna circunstancia especial, como la vida misma, inclusive lleva implícito el deseo. Lo cual podremos entender fácilmente al analizar la diferencia entre lo que se quiere y lo que se consigue, conocido como REALIDAD vivencial. Si es mucha la diferencia, determina una baja calidad de vida. Mientras mas chica es la diferencia, mejor es tu calidad de vida. También es importante recalcar que el “Bienestar subjetivo percibido” (felicidad) casi no existe en estados de aislamiento.

Actualmente se ha desarrollado una prueba psicométrica especializada, la cual se pone en práctica en diferentes instituciones, como ejemplo lo podremos ver en algunos hospitales. Esta prueba mide el índice de calidad de vida, mide 50 parámetros distinto, desde como se siente el paciente físicamente, hasta medir sus distintas condiciones de bienestar, dependiendo de su calidad de vida. Mide la satisfacción de vivir en su barrio, mide su satisfacción de pertenecer a su familia, de su relación personal con su pareja, comunicación, aceptación, etc.

Un ejemplo maravilloso de este concepto se ha desarrollado a través de medir la “U” de la felicidad según tu edad:

Al dibujar una “U” podremos entender este punto de vista. Si comienzas de arriba a la izquierda, y pones en ese espacio a los jóvenes de 20-30 años, verás que están en esa posición porque tienen optimismo ante la vida, porque tienen un futuro en su mente, tienen sueños y muchas cosas por construir.

Si nos vamos a la parte más baja de la U, pondremos en este espacio a las personas que tienen entre los 40-55 años, edad de la racionalidad. Ellos están en la parte más baja de la satisfacción o calidad de vida, por las diferentes responsabilidades que tienen, familiares, económicas, educacionales, de salud, hipotecas, préstamos, presión del trabajo, etc.

De nuevo observamos la subida de la U, a la derecha, y observamos personas entre los 60-75 años, y están de nuevo en una posición positiva de subida, porque la vida es un proyecto realizado, en esta fase de la vida se valora lo que se tiene, lo conseguido en diferentes aspectos, familiares, económicos, logros, sueños cumplidos y se tiene la madurez y sabiduría donde aparece la perspectiva de un fin, pero se agradece lo conseguido, valoras muchísimo el presente.

Finalmente debemos entender este comportamiento como seres humanos, ya que NO somos seres racionales, sino somos, seres emocionales que razonan.

El bienestar o felicidad, se consigue más fácilmente cuando se tienen aspectos como pasión, propósito y sentido, es decir cuando existe un “claro para qué hacemos lo que hacemos”. Así que hay muchas personas que han participado en la medición de este parámetro llamado bienestar, nuevo concepto, y se ha demostrado que a pesar de sus circunstancias económicas, logran conectarse con su calidad de vida, siendo personas literalmente felices.